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sábado, 28 de junio de 2014

Hasta pronto, Irene



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El mes de junio se ha ido volando. Parece que fue ayer cuando estaba escribiendo la entrada de bienvenida a Irene Estrada, la residente de Medicina Familiar y Comunitaria que, después de  mil avatares, hemos tenido en la consulta este mes.
Sí, se ha ido volando, como todas las cosas buenas… Ahora tendrá que asentar en mí esta experiencia, tan tan positiva.
Si hace nada estaba viéndola llegar a la puerta del consultorio, con su bata, su fonendo y su sonrisa, detrás de la que escondía los conocimientos que le aportaran las muchas horas de estudio, y estudio bueno, reciente, y con evidencia; su inextinguible participación en la actividad del centro, su buen humor, sus ganas de trabajar y de aprender; su exquisito trato con el paciente y con todos los compañeros; su sentido común y su asertividad.
Las horas que hemos compartido además me han permitido conocer a la bella persona que es, con la que me gustaría mantener el contacto y mantener con ella la buena amistad que hemos iniciado.
Ha aceptado participar en este blog con unas palabras que nos ha dedicado, y se lo agradezco, para que así a través de estas letras podáis conocerla vosotros también. Igual que también no me queda más que agradecerle lo que ella me ha aportado, ya que su curiosidad hace crecer la mía, su entusiasmo es contagioso,  su presencia es un acicate para mejorar más, para estudiar más, para ofrecerle más. Su conversación, siempre amable, incita a la reflexión en muchas ocasiones. Os dejo con sus palabras…

Todo empezó con una llamada. Al otro lado Pilar, sorprendida y a la vez ilusionada, me decía que estaría encantada de colaborar con cualquier actividad docente y de tener una residente en la consulta. Una vez solucionados los problemas burocráticos, llegué aquí con muchas ganas de aprender y de
demostrar que mi empeño había merecido la pena. ¡Vaya si la ha merecido!
Escribo este post para agradecer a todos los que han hecho posible que mi rotación por Rural haya sido la mejor y más productiva desde que empecé la residencia: gracias a Rafael, director de la unidad de gestión clínica, por procurar que las cosas salgan bien en todo momento; a Paco, enfermero del consultorio, por enseñarme y dejarme practicar de su trabajo; a Juan, administrativo del centro, por su paciencia y porque me encanta la gente a la que no le cuesta sonreír; a Ismael, conductor de la ambulancia, por llevarnos con maestría por las imposibles calles de Setenil; a Sonia, enfermera de la residencia de ancianos, por su recibimiento y por contagiarnos a todos su alegría; y por supuesto gracias, muchísimas gracias a mi querida compañera y desde ahora también amiga Pilar Terceño por todo lo enseñado, por confiar en mi, animarme en todo lo que hago y también, cómo no, por los ratitos juntas.
Se puede decir que hemos hecho de todo: he pasado su consulta (confianza que valoro mucho), administrado infiltraciones con corticoides, inmovilizaciones con férulas, avisos domiciliarios, traslados urgentes al hospital en ambulancia, hemos acudido a la residencia de ancianos tanto por visita rutinaria como a alguna urgencia, interconsulta con el psiquiatra que acude los viernes a Setenil,
manejo de dietas ajustadas a necesidades calóricas reales, suturas, extracción de lipomas, cuidados pie diabético, drenaje de hematomas subungueales y un largo etcétera. Pilar también me ha introducido en el mundo Twitter como fuente indiscutible de actualización en medicina y hasta he presenciado la entrevista que Canal Sur le hizo para hablar de hábitos saludables en la zona.
¡Que más se puede pedir!
Por todo ello animo a otros residentes a que vengan a rotar con Pilar al consultorio de Setenil porque sus conocimientos y su saber hacer son de verdad dignos de compartir. Ya sean desde el Área Sanitaria Norte de Cádiz o solicitando rotación externa como hice yo. Os llevareis una buena experiencia y aprenderéis esa medicina de verdad que los dioses hospitalarios se dejaron hace mucho tiempo
en el camino.


En fin, sólo me queda desearle la mejor de las suertes en su andadura vital y profesional, y que con la serenidad que le caracteriza, lleve sus pasos a la mejor vida que sea capaz de conseguir. Yo para mí deseo… ¡que vuelva pronto!
Ha sido un honor ser tu compañera este mes. ¡Hasta siempre!

martes, 24 de junio de 2014

Felicidades, abuela

Esta semana la entrada del miércoles va a ser adelantada al martes. Porque hoy es 24 de junio, San Juan por cierto, felicidades a todos los Juanes y Juanas, pero antes que eso es el cumpleaños de mi abuela Matilde.
Mi abuela murió hace ya bastantes años, así que no sé si tengo que decir que es o que era su cumpleaños. Es, porque se conmemora los años que hace que nació, pero era, porque ya no los está cumpliendo.
Mi abuela, además de eso, era mi madrina. Era una mujer llena de virtudes y defectos, como todos los demás, y yo la quería un montón. Me acuerdo de ella, quizá no diario, pero sí bastante a menudo.
Mi abuela murió demenciada, y creemos que bastante tranquila, por su expresión. Una cosa mala de la demencia es que no sabemos, al menos yo no lo sé, qué pensaba de su vida, si es que pensaba algo, cómo se sentía respecto a los extraños en que todos nos habíamos convertido.
La demencia me da mucha inquietud, tengo que reconocerlo. Personal y profesionalmente, no sé cuándo lo estoy haciendo lo mejor para la persona. Y para su familia.
No me despedí de mi abuela. No pude, ya vivía lejos cuando murió y tampoco nos lo esperábamos.
No sé si mejor así, desde el punto de vista egoísta. Unos años antes mi abuelo Pedro murió estando yo a su lado, en otras circunstancias totalmente distintas, de las que me costó algún tiempo recuperarme a pesar de que haya quien piensa que los médicos, los sanitarios en general, como estamos acostumbrados a convivir con la muerte, no nos afecta. Chorrada magna, nos afecta la muerte de nuestros pacientes, así que imagina la de un familiar. Como a cualquiera o más, que la ignorancia es muy feliz, y hablar es gratis.
Debe ser que el cumpleaños de mi abuela ha amanecido plomizo y lloviendo a cántaros, y así me he levantado esta mañana. Mientras terminaba el café del desayuno he recordado a otra abuela, no mía, que con su asombroso parecido a la abuela Matilde, físico y de personalidad, me inspiraba mucha ternura, que murió más recientemente. A ella sí la vi escasas horas antes de fallecer, y aún recuerdo su serena caída de ojos en la última mirada que me dedicó, que parecía decir “ay, hija, qué cansada estoy, es hora de irse a descansar”. Y con el último trago de café me he preguntado, tantos meses después, por primera vez, si no fue aquello una oportunidad que me dio la vida de mandar a mi abue el último beso y el último pellizquito en la mejilla. Y ¿sabéis qué? Que ha sido un pensamiento dulce.
Feliz cumpleaños, abuela

sábado, 21 de junio de 2014

La fiebre, la tos, esos síntomas tan molestos como necesarios

Hoy vamos a hablar de esos síntomas menores que con frecuencia se convierten en el motivo de consulta, en mayores, pero más que nada en motivo de preocupación de las mamás de niños pequeños.
Ya en otra ocasión hemos hablado en este blog sobre la fiebre. En aquel caso para resaltar la importancia de ponerse el termómetro y diferenciar malestar general, febrícula y fiebre baja o alta.
En esta ocasión, para hablar del tratamiento de estos síntomas.
La fiebre, finalmente, es el resultado de un mecanismo de defensa del organismo. Si la suprimimos por completo, estamos quitando un mecanismo de defensa.
Igual pasa con la tos. Tosemos como reflejo para despejar las vías aéreas. Si nos empeñamos en quitar toda la tos, estamos eliminando una defensa del organismo.
Finalmente, la fiebre, la tos, hay que tratarlas cuando son un problema más que una ayuda.
Cuando la fiebre es muy alta y produce gran afectación general, o hay riesgo de convulsiones, de deshidratación, de empeoramiento de otra enfermedad crónica debilitante previa.
Cuando la tos es seca, es decir, no está valiendo para movilizar la mucosidad de la garganta, y es tan intensa que no deja comer o hace vomitar, o no deja dormir.
En esos casos son más un problema que una solución. En esos casos tratamos de paliar los síntomas, mientras que la curación llega.
Por eso, no hay que obsesionarse con bajar la temperatura hasta 36.5ºC, ni suprimir la tos por completo. Con que dejen de ser un problema, es suficiente.

miércoles, 18 de junio de 2014

Niños en el umbral de la p…¡GOOOOOL!

Pues sí, es lo que hay. Mientras estamos pendientes de que las Hermandades del Rocío vuelven a Sevilla, y de todo lo que es imprescindible saber antes de que empiece el Mundial de fútbol en Brasil, o de la barba de Conchita, de repente parece que desaparece la crisis, los recortes, el derrape político, las enfermedades crónicas mortales, la pedofilia, y de repente todo es fantástico, todos somos amigos (y más si ganamos el partido) y todo va bien.
Que sí, que hay que relajarse, que no todo van a ser penas.
Que sí, que a mí también me gusta el fútbol. Y además, pienso ver todos los partidos que pueda.
Que sí, que respeto mucho a los rocieros. Bueno, a todos no. A los que van con fe, que eso es una romería. A los que van a la juerga y a dejarse ver, no tanto. Y a los que después van a los servicios sociales a ver si les pueden ayudar con las facturas, tampoco.
Que sí, que respeto mucho los intereses turísticos y a los turistas, pero no a costa de la población.
Pero cuando todos estos saraos acaben, seguiremos en crisis, con contratos en precario, con familias con todos los miembros en paro, con personas desahuciadas, con personas enfermas, frágiles que no reciben la ayuda social que necesitan, con enfermos que no pueden pagar su medicación, con escándalos políticos y dinero “extraviado” que no vuelve nunca…
Que sí, que hay que relajarse. Pero no perder la cabeza.

sábado, 14 de junio de 2014

Usemos bien los antibióticos, por favor

Puede parecer una obviedad, pero a estas alturas nada me parece ya obvio.
Hay que usar los antibióticos bien, como el resto de los medicamentos, por supuesto.
¿Por qué vamos a especificar hoy sobre el uso correcto de los antibióticos? Porque tienen unas consideraciones especiales, que ahora mismo os voy a explicar de una forma bastante sencilla.
Los antibióticos son unos medicamentos que matan bacterias, atacando a alguna de sus funciones fundamentales. Especifico: bacterias, no virus, ni parásitos, ni hongos, ni ninguna otra clase de microbio que se os pueda ocurrir.
Cuando hay una infección, el organismo reacciona contra ella con un mecanismo inflamatorio, que duele, casi siempre por no decir siempre.
Los antibióticos no quitan el dolor ni bajan la inflamación, directamente. La inflamación y por tanto el dolor, desaparecen porque la infección va cediendo.
Por estos dos motivos, para empezar, los antibióticos ha de recetarlos un médico, no son de venta libre ni es suficiente el consejo de un farmacéutico, por muy orientado y muy bien intencionado que esté: porque es el médico quien debe valorar si el cuadro que ve es infeccioso; y , si es infeccioso, si se sospecha que es bacteriano y requiere el uso de antibióticos.
Por ejemplo: un dolor de muelas no necesita antibióticos. Un dolor es un dolor, no quiere decir que haya una infección que haya que tratar.
Otro ejemplo: la caries es una infección, pero no se trata con antibióticos.
Más ejemplos: los catarros los causan virus. Y la gripe también la causa un virus. Los virus no son sensibles a antibióticos, es decir, no mueren por el efecto de un antibiótico. Por eso son infecciones que no han de tratarse con ellos.
Cierto es que algunas veces el médico manda antibióticos sin haber una infección, de forma preventiva: es cuando el riesgo de usar el antibiótico es menor que el riesgo de tener la infección que se intenta prevenir. Por eso: no siempre que se va al dentista, no siempre que se da a luz, hay que tomar antibióticos.
Que sí, que los antibióticos son maravillosos y han salvado muchas vidas, pero también tienen efectos secundarios que te pueden dañar, incluso gravemente.
Y lo que es más, cuando se usan mal, aparecen las resistencias a los antibióticos, es decir, que los microbios “aprenden” a sobrevivirlos, y no sólo no se mueren sino que se “enseñan” entre ellos: se “pasan” la porción de información genética que les hace inmunes a nuestros tratamientos.
Y llegados ese punto… a ver cómo curamos ahora las infecciones. ¿subiendo las dosis? ¿sumando antibióticos? ¿inventando antibióticos nuevos? Todo eso ya se ha intentado, pero si seguimos usándolos mal, seguimos agotando los recursos.
Por eso, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, desde el Servicio Andaluz de Salud se ha puesto en marcha un Programa de Intervención para el Uso Adecuado del Antibiótico, de forma que se incide en los profesionales para que prescriban los antibióticos cuando se deban prescribir, eligiendo el más adecuado a cada situación, en las dosis correctas y con la duración necesaria.
Pero eso no lo podemos hacer solos, es necesario que también vosotros, los usuarios de los servicios sanitarios, debéis conocer esta información y su importancia,
para que: no pidáis antibióticos en la farmacia,
para que en la farmacia no os lo den,
para que si el médico no os manda antibiótico, contra vuestra opinión, sepáis que es porque no es adecuado tomarlos, y si os lo manda, lo toméis bien: la dosis y los días indicados.
Y si sobran dosis del envase, no los guardéis en casa para tomarlos en otra ocasión por vuestra cuenta, sino que los depositéis en el Punto SIGRE de vuestra farmacia.
Gracias a todos por vuestra colaboración.

miércoles, 11 de junio de 2014

Refrescos light y las dietas

Hemos pasado recientemente una época en la que ha sido moda demonizar los refrescos, especialmente los refrescos de cola. Todos, los normales, con sus 12 cucharadas de azúcar por lata, y los light.
Yo no voy a demonizar nada, ni a ensalzarlos como la panacea tampoco. Creo que no conozco a nadie que no haya tomado nunca un refresco de cola, y los que me conocen saben que yo los consumo. Me gustan, y me sientan bien.
Como en tantas cosas de la vida, el problema está en el exceso. Un exceso de bebidas de cola aporta una barbaridad de azúcar, y otra barbaridad de gas, con lo que es fácil dejar de comer alimentos que realmente nos nutren. Por no hablar de la cafeína, que tiene gran parte de la culpa de la adicción a que pueden dar lugar, y el efecto negativo para el organismo en cuanto a dificultades para dormir, nerviosismo, taquicardias incluso. Por no hablar del efecto de la acidez en el tubo digestivo desde su mismo inicio, los dientes.
Y con el azúcar, además, vienen los kilos, los mismos que medio país pasa meses intentando quitarse. Y dicen, ah, pues me los tomo light, que no engordan.
Eso sí, mantienen el resto de perjuicios para la salud, en exceso.
Pero al parecer se les ha encontrado una ventaja respecto a las dietas de adelgazamiento. Parece ser que aportan el hecho de “matar el gusanillo” de dulce, de forma que sin aportar calorías, da una satisfacción que te mantiene en la brecha del objetivo de pérdida de peso.
Insisto: en pequeñas cantidades. En grandes cantidades puede resultar perjudicial por todo lo que explicaba antes, y de cara a la pérdida de peso, que se supone que es el objetivo del que hablamos, la cafeína y su adicción te ponen en riesgo. En riesgo de que, en cualquier momento, tengas “mono” de refresco y no haya uno light disponible. Y lo tomarás, y encima del resto de perjuicios, por una cosa tontísima, terminarás estropeando tu dieta.
Moderación, moderación, moderación

sábado, 7 de junio de 2014

Conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas

Acabo de llegar de trabajar, y mientras ceno veo en televisión un programa en el que se hacían controles de alcoholemia a los conductores.
Viendo ese programa, sólo puedo pensar que pocas cosas pasan, si hay personas que conducen en semejantes estados. Sin anestesia, lo digo: borrachos como cubas, drogados con hachís, marihuana, cocaína… y aún convencidos de que están en perfecto estado para seguir conduciendo.
Un hombre que, muerto de risa, se arrodilla en el suelo mientras espera los resultados de su test. Un chica que se levanta la camiseta y enseña los pechos a la cámara. Otro al que apenas se entiende cuando dice que se ha fumando cinco o diez porros.
Espero que hoy estén lo bastante frescos como para verse en televisión, a ver si hoy les parece tan divertido.
Vemos otros pocos controles de velocidad, y los conductores no parecen conscientes de la velocidad a la que conducían. A pesar de las explicaciones que reciben por parte de los agentes, sobre los motivos de la peligrosidad de su velocidad en esos tramos, siguen su camino quejándose de la existencia de leyes, normas, límites.
Entre uno y otro, imágenes de personas que han sufrido accidentes de tráfico.
Accidentes hay todo el año, pero hay épocas más peligrosas que otras, por el número de desplazamientos, porque se pasa más tiempo en la calle, de fiesta, bebiendo… y se multiplican los accidentes.
Entramos, con el verano, en una de esas épocas. Por eso, más aún, desde aquí quiero recordaros la importancia de que vosotros, y vuestros vehículos, permanezcan en perfectas condiciones en todo momento; de respetar las señales de tráfico y las normas.
Conductor o pasajero, o alguien de tu familia o tu entorno lo será o lo es en estos días. Te proteges a ti mismo, a los tuyos, y a los demás.

miércoles, 4 de junio de 2014

Es tu responsabilidad dar el primer paso


Estaba yo hace unos días en una reunión. Se hablaba de que una de las debilidades en el área para hacer investigación de calidad era la formación. Destacaba entonces una de las responsables de eso que, sin embargo, quedaban vacantes habitualmente a los cursos y actividades que se ofertaban.
A ello contesta uno de los presentes: “es que mi director no me dice la formación que hay”.
A lo que, sabiamente, la susodicha responsable contestó que aparte de enviar emails a los directores, los cursos se publicitan en tablones por todo el centro´y en las mismas oficinas del Área de Formación.
A lo que yo añadiría: en lugar de tomar una actitud pasiva y esperar a que te oferten cursos, puedes tomar la iniciativa de acudir a las oficinas, o si no tienes tiempo o la distancia es un impedimento, entrar a la web y consultar e inscribirte en los cursos que te interesen.
Es responsabilidad de cada uno dar el primer paso para lograr lo que desea. Sea un curso, un estado de salud o una forma de vida.
#protagonizatuvida
Y así todo. Casi todas las cosas que deseamos están a nuestro alcance, pero no van a venir a llamar a nuestra puerta para ofrecérsenos en bandeja. Hay que ir a por ellas. Unas serán más rápidas, otras más lentas. Dice uno de mis refranes favoritos que “lo imposible sólo tarda un poco más”. Pero hay que levantarse de donde uno está apoltronado y estar dispuesto a renunciar a algunas cosas: tiempo, comodidad, o esa falsa serenidad que anestesia la existencia monótona e insatisfactoria.
El que algo quiere, algo le cuesta. Y a veces, lo más difícil es dar el primer paso, enfrentar el cambio, aunque sea a positivo.