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sábado, 11 de mayo de 2013

¡Qué pesadez! El estreñimiento

Sí que da pesadez... está uno hinchado, se nota pesado en la barriga, hasta torpe. Eso en los casos más benignos. Otras veces lo que da es dolor de barriga, a veces muy intenso, a veces hasta sube al tórax y entonces... ay, ¿me estará dando un infarto? Al médico que me voy ahora mismo.

El estreñimiento es un problema, ciertamente. Para algunas personas es un problema serio. Y en ocasiones puede ser síntoma de una enfermedad más importante, sobre todo si aparece de repente. Pero no es de eso de lo que hablaremos hoy.
Hablaremos del estreñimiento simple, de las personas, por lo demás sanas, de cualquier edad, que no van al baño a diario, o van a diario pero hacen deposiciones escasas, menores de lo que deberían ser. Entonces las heces se retienen en el intestino, y así empiezan los líos. El intestino grueso absorbe el agua de las heces, así que mientras más tiempo pasen en él, más secas y duras se ponen, y más difícil y dolorosa es la defecación: hasta llegar a formarse un fecaloma, que es como llamamos a las heces que forman una bola y se ponen duras como una piedra, imposibles de expulsar sin ayuda externa manual. Y si duele, uno mismo se inhibe, y cierra el círculo del estreñimiento.
Eso le pasa mucho a los niños... Por otro lado, esas heces ocupan espacio en nuestra barriga, dando esa pesadez y hasta dolor, y van distendiendo el intestino, lo que también duele y en casos extremos y a largo plazo, aparte de mantener el estreñimiento puede terminar en una obstrucción intestinal que nos lleve caminito del quirófano.

Resumiendo: ¡hay que luchar contra el estreñimiento! Por el bienestar a corto y a largo plazo.

Salvo que tengamos una enfermedad que lo condicione, la mayoría de las personas son estreñidas porque son estreñidas, sin más, y muchas de ellas sólo necesitarían modificar algunos hábitos. En lo posible hay que evitar el uso de laxantes y enemas, que conllevan pereza del colon que nos hace cada vez más dependientes de esa ayuda externa. ¿Qué hacemos?

Tomar más fibra en nuestra dieta. Fundamental. La intención es aumentar la masa de las heces, de forma que estimuen el movimiento de los intestinos y propulsen las heces hacia la salida. Fibras que podemos encontrar, como hemos hablado en otras ocasiones, en frutas, prácticamente todas ayudan, excepciones son el plátanos y los higos chumbos, que en grandes cantidades nos pueden llevar a un estreñimiento agudo, mientras que las más favorables son las naranjas, el kiwi, las ciruelas y la manzana; y en las verduras, sobre todo en las de hoja verde larga como la lechuga, las espinacas, las acelgas, pero también en otras como el brócoli (recordemos, además excepcional fuente de hierro y vitamina C), las berenjenas, las coles... pero también en los cereales, sobre todo si son de grano entero (trigo integral, arroz integral, salvado de avena) y en algunas semillas, como las de lino, y el sésamo o ajonjolí (como se conoce en Andalucía), que además de la fibra aporta aminoácidos esenciales y ayuda a reducir la cifra de colesterol total y aporta grasas insaturadas (de las buenas).

Beber mucha agua. Viene de la mano del aumento de la fibra de la dieta, ya que sin el agua las heces pueden endurecerse más aún, y consiste en que las heces sean abundantes y suficientemente blandas como para expulsarlas con facilidad y sin dolor. Ya nuestro cuerpo se encargará de pedirnos el agua, pero como parece difícil pararse a beber el agua que realmente necesitamos al cabo del día, allá va el consejo para insistir en este punto.
Más aún en las fechas que estamos, que empieza a hacer calor de verdad y el cuerpo gasta más agua en mantener la temperatura del organismo, y no nos queremos enterar hasta que empezamos a ver que la gente se deshidrata. ¡Atentos al agua!

Hacer ejercicio. Un antiguo anuncio de televisión decía "quien mueve las piernas, mueve el corazón". Y yo digo "quien mueve las piernas, mueve las tripas". Y es una gran verdad, está demostrado que la actividad física estimula el peristaltismo (que es el nombre del movimiento intestinal). ¡Sal a dar un paseo aunque sea! No hace falta un ejercicio extenuante, simplemente mantener una cierta actividad física.


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